Ocurre que con el surgimiento de las nuevas tecnologías, la falta de tiempo o la distancia que a veces separa a muchas nuevas familias de sus seres amados, se ha ido rompiendo la red de apoyo antes ofrecida por las abuelas, madres, suegras y hermanas a las mujeres de su familia que pronto serán madres.

Debido a eso nació la necesidad y búsqueda de sostén que sólo se tiene de alguien que sabe por lo que pasa una mujer en el embarazo, nada más que éste es otorgado por mujeres que tienen preparación y mucho conocimiento por experiencia propia en lo que se refiere a la maternidad.

A ellas se les llama doulas. Y se están poniendo de moda en el mundo de la maternidad.

Pero en sí, ¿qué es una doula?

Las doulas son mujeres, en su mayoría madres que hacen acompañamiento a otras mujeres en su camino a la maternidad. Su labor fundamental es guiar y dar apoyo físico y emocional durante el embarazo, el parto y el postparto.

Las doulas no son parteras ni mucho menos pretenden ser médicos obstetras. Su trabajo es simplemente la de ser un hombro de apoyo y comprensión para quienes pronto serán madres; la ventaja es que esta ayuda la pueden prestar desde la perspectiva de saber por lo que están pasando las futuras mamás, pues ya han recorrido ese camino.

¿Qué se requiere para ser doula?

Pese a que aún no tienen una formación académica regulada por la ley, sí tienen formación específica que abarca conocimientos básicos sobre fisiología del embarazo, parto y puerperio. También manejan conocimientos en puericultura, lactancia y educación prenatal.

Y la pregunta de los 64 mil, ¿es mejor el acompañamiento de una doula que el de tu madre, hermana o suegra?

Básicamente, las doulas hacen lo mismo que hacían las mamás en antaño, ya que transmiten el conocimiento adquirido a través de la experiencia propia, además del que han consolidado mediante cursos de maternidad y otras materias.

¿Deberías recurrir a una doula?

Depende de tus necesidades e intereses. Es necesario que se sepa que una doula no hace ni hará jamás un trabajo de tipo sanitario como lo haría un obstetra, una enfermera o una matrona; jamás daría a la nueva madre recomendaciones sobre lo que debe hacer respecto a las vacunas de su bebé, el cordón umbilical o la placenta y otros temas, porque eso ya sería intrusismo, pues la única labor que ejerce es la del ACOMPAÑAMIENTO ESPIRITUAL.

Beneficios de tener el acompañamiento de una doula durante el parto:

Con el apoyo de una doula durante el parto muchas mujeres son menos propensas a pedir el suministro de medicamentos para aliviar el dolor y hay menos posibilidades de tener un parto por cesárea. Las mujeres también reportan haber tenido una experiencia muy positiva durante el nacimiento del bebé.

Algunos estudios han demostrado que tener una doula como parte del equipo de nacimiento disminuye la tasa general de cesárea en 50 por ciento, reduce la duración del parto en 25 por ciento, el uso de oxitocina en 40 por ciento, y las solicitudes de una epidural en 60 por ciento.

Las doulas a menudo recurren al poder del tacto y a los masajes para reducir el estrés y la ansiedad durante el parto. Según los médicos Mariscal Klaus y John Kennell, el masaje ayuda a estimular la producción de oxitocina natural desde la glándula pituitaria, que ésta produce y la envía de manera natural al torrente sanguíneo (causa contracciones uterinas) y al cerebro (para que genere bienestar y somnolencia, de la misma manera que hace que el umbral de dolor sea más alto).