Los maestros suelen tener un impacto perdurable en sus alumnos, pero el don generoso de una mujer a una niña de su escuela la acompañará a lo largo de toda la vida.

Lyla Carreyn, de 4 años, no lleva la misma vida que la mayoría de los niños de su edad. Pasa 12 horas diarias en diálisis, combatiendo un raro trastorno autoinmune que amenaza su vida haciendo que los vasos sanguíneos inflamados dañen sus riñones, informó Today.

La madre de Lyla, Dena, ha visto sufrir a su hija desde que le diagnosticaron la enfermedad el año pasado. Lyla necesitaba un nuevo riñón y lo necesitaba rápido.

“Estábamos empezando a sentirnos desesperados”, dijo Dena Carreyn a Today.

Hace su entrada aquí Beth Battista, una maestra del Kids Express Learning Center, al que asiste Lyla. Battista se enteró del serio problema de Lyla y no podía sacarse de la cabeza que debía ayudarla.

“Algo me decía interiormente que debía hacerme una prueba”, dijo a Today. “Sabía que sería compatible. Tenía que ser así”.

Ciertamente, los médicos informaron a esta mujer de 36 años, madre de dos hijos, que tenía de hecho la compatibilidad con Lyla que su familia llevaba esperando tanto tiempo. Después de obtener el visto bueno de su marido, Battista decidió sorprender a Dena Carreyn con la noticia por la que venía rezando.

Battista la convocó a una reunión, diciéndole que necesitaba ayuda para poner al día a una nueva maestra sobre el estado de Lyla. Cuando Dena Carreyn se sentó, Battista le entregó una tarjeta que decía “Ahora soy solamente su maestra, pero pronto una parte mía estará con Lyla para siempre. Soy la donante de riñón de Lyla”.

Los compañeros de trabajo de Battista filmaron la reacción de Dena Carreyn, y el emotivo video fue visto más de 673.000 veces en Facebook.

“Mirando hacia atrás, todo es surrealista”, dijo Dena Carreyn a Today. “Tardé un minuto en entender, y cuando lo hice, fue algo abrumador. Me sentí como el día que nació mi hija porque era una sensación de alegría y estaba emocionada y aliviada”.

La operación está prevista para comienzos de 2017. Battista dijo que da gracias por tener esta oportunidad de ayudar a una familia y difundir el mensaje de la donación de órganos entre vivos.

“Cuando llegué a la reunión, estaba temblando”, dijo Battista. “No me salían las palabras. Era algo tan fuerte poder decirle: yo soy la respuesta”.

Para Carreyn y su hija, Battista se ha convertido en mucho más que una maestra.

“Beth es y siempre será parte de nuestra familia”, dijo a Today. “Una parte de ella, tanto en sentido literal como figurado, siempre estará con nosotros”.