Uno de los retos más complejos dentro de este periodo de cuarentena por la contingencia causada por el COVID-19 en México, ha sido el tema escolar. La famosa educación a distancia implementada por el Gobierno Federal no es tan simple como parece.

En México hay 18.3 millones de hogares conectados a internet, es decir, 53 por ciento de las familias en el País tienen acceso a internet en su casa, en contraste con el 96 por ciento de niñas y niños que asisten a la escuela, prácticamente todas las niñas y todos los niños en edad escolar (primaria) van a la escuela. En otras palabras, la idea de que las niñas y los niños tomen clases desde su casa, no es tan viable como parece.

En contraste, 86.5 millones de personas en México tienen un celular, de los cuales el 95 por ciento usan un smartphone con acceso a internet. Es decir, el 72 por ciento de la población tiene un teléfono móvil, lo que nos podría hacer pensar que mínimo en cada hogar en nuestro País hay un celular con acceso a Internet. ¿Por qué el Gobierno Federal no está trabajando desde esa idea, aprovechando la infraestructura que sí se tiene?

Si bien, se puso a disposición a través de televisión abierta (7 de cada 10 mexicanos ven la televisión) espacios de enseñanza, la interacción y por ende el proceso de aprendizaje no es lo mismo. Nadie conoce mejor a las niñas y los niños que sus propios maestros: saben sus intereses y necesidades, y una palabra puede hacer la diferencia para su estado de ánimo que, como ya se ha mencionado, la ansiedad, el estrés y la incertidumbre también tiene repercusiones en nuestras niñas y niños. La televisión abierta les quita esa posibilidad a los maestros que el internet les podría dar.

En este orden de ideas, de un día para otro, los jefes de sector, supervisores, directivos y maestros tuvieron que ingeniárselas, con poco o nulo apoyo tecnológico e infraestructura, para salir a dar clases a esos 4.7 millones de niñas y niños en esas poco más de 230 mil escuelas que existen en nuestro País.

Las redes sociales nos han compartido parte de esta hazaña: maestras y maestros que por su propia iniciativa hicieron videos de YouTube para dar las asignaturas, que utilizan las redes sociales para interactuar con sus alumnos, que acudieron a parques y espacios públicos para dar clase y respetar la sana distancia, algunos otros que hicieron material y entregaron a sus alumnas y alumnos, otros más se inventaron cuentacuentos, actividades lúdicas para apoyar a los padres de familia que, además de hacer los quehaceres del hogar y hacer trabajo desde casa, les toca ahora ponerse la cachucha de ser maestros de sus hijas e hijos, que no es nada sencillo tampoco.

Hoy conmemoramos el Día del Maestro, para mí, los otros héroes de esta pandemia. Si bien no están en la primera línea, como las enfermeras y los doctores, les tocó hacer de esta misión imposible algo viable y tangible en pocas semanas, por no decir días. A ustedes, muchas gracias.

En este periodo de confinamiento, a todas y todos nos toca dar el extra, hacer esa diferencia entre quedarnos entre lo cómodo y ponernos creativos para solucionar los retos que se presentan. En otras palabras, hacer nuestra chamba de #CiudadanosDeTiempoCompleto. Gracias a todas las maestras y maestros que se han puesto la camiseta y han pensado fuera de la caja.

¡Feliz Día Maestras y Maestros!

@garciacecy_

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