Usted está aquí
La ‘Gran Calabaza’ rozará la Tierra mañana
La comunidad astrofísica va a tener su Noche de Brujas particular porque, mañana, un asteroide de un tamaño cuatro veces mayor que un campo de fútbol se va a acercar a la Tierra. Los científicos descartan la posibilidad de que tenga una incidencia sobre el planeta, ni siquiera en las mareas, pero lo realmente intrigante es que no se había detectado la presencia ni trayectoria de este gran cuerpo, que viaja a 35 kilómetros por segundo, hasta el pasado 10 de octubre.
El asteroide en cuestión, al que han llamado 2015 TB145 o la “Gran Calabaza” y que entra dentro de los asteroides Near Earth Object (NEO, por sus siglas en inglés), tiene alrededor de 400 metros de ancho y estará a una distancia de 480.000 kilómetros en su momento más cercano a la Tierra (aproximadamente 1,3 veces la distancia Tierra-Luna).
“El hecho de que este gran asteroide fuera descubierto solamente 21 días antes de que se produjera el mayor acercamiento demuestra la necesidad de estar muy pendientes diariamente del cielo tanto de día como de noche”, explica Detlet Koschny, del programa de Alertas de Situación Espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Pero no haberlo detectado antes también tiene un porqué. “Hay NEOs que tienen órbitas muy elípticas, más de tipo cometario que de tipo asteroidal, y estos pasan la mayor parte de su tiempo en zonas tan alejadas de la Tierra que no son detectables. Solo se detectan cuando entran en la parte más cercana de su órbita, que suele ser poco tiempo, como 2015 TB145”, explica a Materia José-Luis Ortiz, investigador del Departamento del Sistema Solar del Instituto Astrofísico de Andalucía (IAA).
La no-detección de un NEO es algo bastante habitual. “Asteroides que pasan cerca de la Tierra hay muchísimos, incluso muy cerca, pero no los detectamos porque suelen ser relativamente pequeños y nuestros sistemas de detección no son capaces de verlos. Cuanto más pequeños son, más débiles se muestran, ya que reflejan menos luz del sol”, explica Ortiz. "Lo que no es frecuente que el objeto sea, además, relativamente grande”.
La última vez que un objeto de tamaño similar se acercó a una distancia de 1,1 veces la distancia de la Tierra a la Luna fue la visita de 2004 XP14, el 3 de julio de 2006. El próximo será en 2026.
Otro problema asociado a la falta de detección de los NEOs tiene que ver con su trayectoria. “Hay NEOs que tienen órbitas tales que no se pueden detectar con los telescopios que se usan para rastrear el cielo y que funcionan por la noche. Para poder observar el cielo durante el día, el telescopio tendría que estar en el espacio”, indica Ortiz. La misión Sentinel de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha sido diseñada específicamente para abordar esto en el futuro.
No se sabe prácticamente nada acerca de las características físicas de este asteroide más allá de lo que se puede deducir de las observaciones hechas hasta la fecha.
“Hay información aún sin confirmar del todo que indica que rota una vez cada tres horas y también que podría tener un pequeño satélite, pero poco más se sabe”, indica Ortiz.
Por Andrea Arnal Martín / El País