Una nueva guía turística propone un recorrido peculiar por Ciudad de México a través de sus rincones musicales, desde un negocio de pollo asado que se vuelve un foro familiar de baile a una tienda de botas vaqueras que se transforma en una pequeña discoteca gay para bailar “country".

Estas y otras historias son descritas en los seis cuadernos que integran "Local. Edición especial de música", que se presenta hoy en la capital mexicana.

"Los libros son una suerte de mapeo de cómo transitar la ciudad a través de géneros musicales, escenas o foros", dijo en entrevista telefónica con dpa Lucía Ortiz Monasterio, editora de Local Mx, el portal de Internet que produjo la publicación.

Cada cuaderno abarca uno o más géneros, del hip-hop a la música electrónica, experimental, clásica, popular, rock, blues, jazz y tropical, además de los subgéneros.

Sus páginas recuperan personajes, anécdotas y mitos, informan sobre bares, restaurantes o sitios para comer con alguna leyenda musical y dan datos de tiendas de instrumentos y discos, salones de baile y festivales.

Ortiz Monasterio explicó que la guía "ofrece un breve contexto histórico sobre cómo llegó cada género a un lugar, más un poco del presente: bandas emergentes, tendencias, moda, libros, dónde comprar ropa apegada a algún género”.

En ella no podían faltar referencias fundamentales de la construcción cultural de una ciudad clave para la música latinoamericana, como la cantina París, que fue testigo de reuniones entre el compositor Agustín Lara y la cantante Chavela Vargas.

También está el "Barba Azul", uno de los pocos cabarets que quedan en la capital mexicana, donde al entrar el tiempo parece retroceder y el visitante se siente dentro de un filme de la Época de Oro del cine mexicano, en la primera mitad del siglo XX.

Tampoco faltan el Tianguis del Chopo, un mercado ambulante creado en 1980 para intercambiar discos ni la mención del primer concierto acusmático (que se escucha sin ver tocar a los músicos) en el país, hecho con música pregrabada, difundida con altavoces.

Para armar el recorrido musical, los editores de la publicación consultaron a compositores, cantantes y gente del mundo de la música. Además se basaron en investigaciones previas. Pero "nuestra aportación es contar la historia actual de la ciudad que ya no viene en los libros", dijo Ortiz Monasterio.