Cuando escuché que FOX planeaba una precuela de “The Walking Dead” que explicaría los inicios del virus, me interesó sobremanera. Dejé de ver “TWD” en su cuarta temporada porque me cansó, me pareció repetitiva y simplemente, amanecí un buen día sin ganas de buscar el siguiente capítulo de estreno. 

Al principio, confieso que “TWD” me resultaba bastante entretenida. No soy de las adoradoras empecinadas que defienden esta serie con cabal fanatismo –de hecho, la critiqué en varias ocasiones– pero mantengo mi postura: la disfrutaba.

Después salió la premisa de “Fear the Walking Dead” y me animé nuevamente. Si mi curiosidad necesitaba un acicate era justamente el retorno a los inicios. Discutía con un amigo ese punto sin llegar a ningún acuerdo. Porque yo quería saber cómo había comenzado a expandirse el virus, de dónde procedía, cómo habían reaccionado los gobiernos antes de desplomarse, y mi amigo me decía que eran datos innecesarios.

Yo no hablaba, por supuesto, de si eran o no requerimientos de la narrativa. Me refería a un interés muy personal y creo que muchos también experimentaron esta necesidad de respuestas al estrenarse “TWD”. Imaginé que ésta era una de las razones por las que los productores decidieron lanzarse con una precuela, que el domingo recién estrenó su segunda temporada.

El año pasado, durante seis episodios, observamos una fracción de esa génesis tan deseada. Fue menos de lo que ambicionaba, pero hasta cierto punto me mantuvo cautiva, con las expectativas en lo alto. No se manejaron explicaciones, pero por lo pronto, nos ubicaron en los primeros días de la pandemia, cuando las vidas todavía intentaban transcurrir normales y uno que otro zombi sorprendía en las calles como si se tratara de un enfermo y no de un muerto viviente.

Sé que la característica de un apocalipsis zombi es justamente ésa: la expansión del fenómeno es prácticamente inmediata. Sin embargo, en “FTWD” eligieron nuevamente a un grupo de protagonistas de vidas comunes y corrientes y ahora, apenas en el séptimo episodio, ya están en el mismo lugar donde Rick comenzó hace seis años.

En conclusión: NO tenemos una precuela de “TWD”, sino otra trama alterna que se desarrolla en un lugar diferente, y punto. Así nos lo hizo saber, por lo pronto, el primer episodio de la segunda entrega de “FTWD”. Los nuevos sobrevivientes se montaron a un barco y luego observaron cómo ardía la costa de California; y con los zombis bajo el mar, también parecen naufragar las esperanzas de quienes añorábamos una historia diferente. 

Honestamente, si el rumbo que tomará la nueva entrega es similar al de la serie original, “Fear the Walking Dead” me parece un esfuerzo desperdiciado. Aquí aplica bastante bien la terrible frase: Más vale malo por conocido, que bueno por conocer… 

 Mi calificación: 50 de 100.           Mi Twitter: @CalladitaR