Los búhos son las aves nocturnas por excelencia. El trabajo y diversas actividades ocupan mucho de nuestro tiempo. Las noches son el único refugio para surfear por internet, incluyendo las redes sociales. Tanto es el deseo de estas personas por estar en contacto con las redes sociales, que pueden llegar a estar prácticamente toda la noche sin dormir. Muchas veces se suman a conversaciones que ya pasaron de moda al transcurrir de las horas, pero los búhos apenas están iniciando su día en las redes y comienzan a dar su punto de vista. Eso sí, cualquier suceso que pase en la oscuridad de la noche es abordado casi en primicia por los búhos. En la mañana las ojeras en el trabajo los delatan y ni un café cargado los hace reaccionar. Ellos esperan el fin de semana para reponerse de una semana sin dormir por estar alerta en las redes sociales.

Hablar y hablar es su vocación. Los pericos en internet se la pasan dando like y comentando todo lo que llega a sus manos y en cualquier red social. Es una misión para ellos comentar cualquier cosa que ven en internet. Generalmente, los pericos repiten muchas frases. En redes sociales ellos comparten cualquier información que les parece valiosa, aunque no tenga nada en específico con ellos. En sus muros es muy común ver temas de distintos tipos y en cada momento. Si tienes una persona que le da like a todo lo que posteas o comenta todo no quiere contigo…. Es un perico de las redes.

El amor, el amor, no deja de ser…. Miles de fotografías, mensajes de amor, me encanta, entre otros son las características de estos pájaros de las redes. Todos los días no pueden levantarse sin publicar en todas las redes sociales el amor que se muestran. Desde 140 caracteres llenos de miel hasta cartas que causan diabetes, los tórtolos son de las aves más comunes en las redes sociales. Las fotografías de Instagram con miles de hashtags como #amor #teamo #mylove entre otras llegan de todos los rincones. Estos tórtolos pueden reproducirse con facilidad aunque afortunadamente no es para toda la vida.

Son los también llamados spoilers de las redes. No ha pasado ni un minuto de terminar algún evento y ya subieron lo que pasó. No hay nadie que les gane. Necesitan ser los primeros en postear algo. Tienen el celular pegado a la mano y si de casualidad posteas un chiste, meme o algo parecido tienen la habilidad para decir que eso ya es viejo. Ellos lo publicaron 25 segundos antes. Antes de que puedas defenderte ya tomaron un screenshot y te lo publicaron. Suelen ser molestos porque no puedes defenderte de ellos, en cualquier momento atacan y se van a otra red social a seguir esparciendo su rapidez. No siempre son los más rápidos, generalmente los búhos se convierten en colibríes por las noches. Llegan los primeros rayos del sol y aumentan su capacidad de enterarse de todo de la manera más rápida.

Se alimenta de las publicaciones de los demás. Este tipo de aves siempre están rondando las redes sociales, comentan muy poco pero cuando lo hacen es para “comerte”. Nunca están felices con nada, todo les causa conflicto y son controversiales. Cada que pueden herir a alguien lo hacen sin el mayor remordimiento. Un error ortográfico o un mal dato hace que los buitres lleguen a tu publicación para destrozarla, no pueden esperar a que corrijas pues ya no tendrían su oportunidad de comerte. Las personas que casi nunca se equivocan o suelen postear mucho son sus principales víctimas.

La fiesta y la diversión es su reflejo en redes sociales. No puede haber un chiste, un meme o un video en todo el internet sin que pase por sus manos. Él será el encargado de darlo a conocer a sus amigos. Cuando estás en una reunión y necesitas un chiste recurres al muro de las cacatúas para conseguir el más adecuado. Las cacatúas también son muy trabajadoras y no descansan. Al igual que los colibríes, esperan cualquier evento importante para dar su toque de humor, principalmente con memes.

Habitantes de la Antártida, los pingüinos siempre están presentes pero al no poder volar nadie los voltea a ver. Todo mundo conoce a un pingüino en las redes sociales. Son esas personas que no sabías que tenías hasta que casualmente interactúa contigo. Ya sea porque vive en un lugar de mucho frío o por tener que cuidar a sus crías, los pingüinos escasamente participan en las redes sociales. Sus fotos de perfil son de hace 5 años, sus últimas publicaciones son de hace 6 meses y es muy raro cuando lo llegas a ver conectado. Generalmente tiene una o dos redes sociales y si cuenta con más solamente abrió la cuenta por moda pero nunca las ha utilizado.

Su plumaje brilla pero muchas veces esa belleza le resulta fatal. Los pavorreales de las redes sociales tienen cientos de seguidores para que todo mundo los voltee a ver. Si son hembras tienen muchos machos y viceversa, pues necesitan la aprobación y los likes de todos para engordar. Fiestas, coches del año, su cuerpo perfecto, en fin todos sus logros se encuentran en las redes sociales. Ellos a diferencia de los pingüinos, necesitan todas las redes sociales para darse a conocer y promocionar su vida perfecta. Esto le puede salir contraproducente, pues un error mínimo puede convertirse mayúsculo debido a su popularidad y los buitres estarán dispuestos a comérselo.

Son muy extrañas, tan extraños como lo que postean. Son las personas que escriben como si estuvieran drogados todo el tiempo. Todo es subjetivo y lo que piensan es extremadamente raro. Casi todos tienen uno en las redes sociales. Habitan en todas y siempre dan a conocer sucesos paranormales o lo más avanzado y recóndito de la red