De nueva cuenta: malas cuentas de la UAdeC

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De nueva cuenta: malas cuentas de la UAdeC

En su cuenta pública correspondiente al año 2018, otra vez la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) ha presentado malos, muy malos números. Así lo dio a conocer la Auditoría Superior del Estado (ASE) en el Informe de Resultados de la revisión a la cuenta pública de dicho año correspondiente a aquella, informe entregado al Congreso el pasado 16 de diciembre.

Pasa un año, otro y uno más y la gestión financiera de esa universidad pública simplemente no mejora y –lo que es peor– nada sucede. No parece que a los responsables de tal gestión, desastrosa y de franca bancarrota, les importe un bledo corregir tal estado de cosas. Están y andan por ahí los responsables, tan campantes, como si nada. No sólo no son llamados a cuentas, ¡qué esperanza!, sino que hasta los promueven.

Como justo sucedió con quien era el rector de la UAdeC en 2017, que dejó sin aclarar y por supuesto sin solventar cientos de irregularidades con valor de miles de millones de pesos. Sí, amable lector, así como se lee: miles de millones de pesos. Y de rector pasó ¡increíble! nada menos que a secretario de Finanzas de Coahuila.

Según una observación (apenas una de tantas) que la ASE hizo a la UAdeC al revisar su cuenta pública de 2017, fue por haber encontrado que hizo pagos por 553 millones 323 mil pesos a “empleados que se desempeñan en dos o más plazas laborales sin acreditar compatibilidad de horarios”. También en materia de pagos al personal halló la ASE que en ese mismo año, 2017, se otorgaron remuneraciones no ajustadas a los tabuladores por un millón 95 mil pesos.

Uno creería que un año después, en 2018, esas irregularidades se corregirían luego de haber sido pillados cometiéndolas. Pues no, no fue así. Aunque en esta ocasión la ASE no fue suficientemente explícita en su informe (tendrá que aclarar por qué), sólo reporta que en 25 observaciones no solventadas la UAdeC hizo pagos con “comprobación o justificación insuficiente, relativos al ejercicio presupuestal de sueldos, salarios y prestaciones… Por un valor de $1, 125, 398, 481.04”, sí, ¡por más de mil 125 millones de pesos! De no creerse.

Pero más increíble aún resulta que el pasado mes de octubre el actual rector de la UAdeC, ingeniero Salvador Hernández Vélez, haya enviado una carta a cada uno de los 25 diputados del Congreso, en la cual les (nos) dice que “pese a todos nuestros esfuerzos (no indica cuáles) por reorganizarnos administrativa, económica y académicamente, estamos sufriendo por grandes presiones financieras”. Y pide auxilio.

En nota adjunta a su carta, el señor rector explica en qué consisten tales presiones financieras: 328 millones de pesos “para el pago de las pensiones y aguinaldos de 2 mil 129 jubilados”; 43 millones de pesos para “el pago de la liquidación por los años de servicio del personal que se jubiló en 2017 y 2018”, así como 107 millones “para el pago de contribuciones de ejercicios anteriores”. Hasta aquí las tres cantidades suman 478 millones de pesos.

A los anteriores montos agrega 93 millones para “mantenimiento urgente” a diferentes edificios y espacios de la UAdeC. En total las cuatro presiones de gasto suman 571 millones de pesos. Una cantidad muy inferior a los ahorros que se tendrían con sólo meter orden en la nómina.

Para que asista a la sesión que en el presente mes de enero celebrará la Comisión de Auditoría Gubernamental del Congreso –que yo coordino– se va a solicitar la comparecencia del rector de la UAdeC, a fin de que explique este punto y por qué no es posible resolver el problema, que puede tener solución si se decide acabar con prácticas y corruptelas bien conocidas y señaladas reiteradamente, nada más cada año, en su “Informe de Resultados” por la ASE.

 

@jagarciavilla